Encerrada en el centro
de un millón de espacios abiertos
con salidas y caminos
sin poderme mover
porque al correr
la mina bajo mis pies explotaría
sin dejarme respirar
Se abriría el cuerpo que porta mi alma
dejándola en libertad.
Por ahora me quedare pensando
en lo que pasara
sin poderlo evitar.
Me sentare en la mina
a esperar
y que me mueva un huracán.